“Lucia di Lammermoor” vuelve al Liceu
Lucia di Lammermoor regresa al Gran Teatre del Liceu con seis representaciones, del 16 al 28 de julio. Ópera en tres actos compuesta por Gaetano Donizetti sobre un libreto de Salvatore Cammarano, basado en la novela The Bride of Lammermoor de Walter Scott, inspirada a su vez en una leyenda medieval. La obra, ambientada en Escocia a mediados del siglo XIX, cuenta la historia de una joven que enloquece cuando su familia la recluye en un pozo como castigo por negarse a un matrimonio de conveniencia. La ópera se estrenó en Nápoles el 26 de septiembre de 1835. En Barcelona se vio por primera vez en el Teatre de la Santa Creu, el 22 de septiembre de 1838, y en el Gran Teatre del Liceu el 15 de septiembre de 1849. En esta ocasión se ha programado una producción de la Bayerische Staatsoper en Múnich, estrenada el 26 de enero de 2015. Está firmada por la actriz y directora de ópera polaca Barbara Wysocka, que imprime un tono altamente reivindicativo y a la vez crepuscular en la obra, trasladando la acción a finales de la década de 1950 del siglo XX.
Esta producción cuenta con Javier Camarena, interpretará el papel de Sir Edgardo Di Ravenswood, junto a la joven soprano de Florida Nadine Sierra, que debuta en el Gran Teatre del Liceu, y lo hace en el virtuoso papel de Lucia. Alfredo Daza interpretará el papel de Lord Enrico Asthon, Emmanuel Faraldo cantará el papel de Lord Arturo Buklaw, Anna Gomà será Alisa, Mirko Palazzi, Raimondo Bidebent, y Moisés Marín,Normanno.
Nadine Sierra, de 33 años, está considerada una de las voces más efervescentes de la escena lírica actual. La soprano estadounidense, que ganó el Concurso Caballé en 2013, afrontará un papel extremadamente exigente a nivel vocal, pero también interpretativo, dada la complejidad psicológica del personaje, que se hunde en la locura. Sierra tendrá como partenaire a Javier Camarena, que promete un Edgardo sin fisuras, ya que este rol requiere de un rango tonal más amplio que otros del belcanto, y que el tenor mexicano abordará con el aval de una brillante carrera.
El maestro Giacomo Sagripanti dirigirá la Orquesta Sinfónica y Coral del Gran Teatre del Liceu que cuenta con la armónica de cristal que Donizetti exigió para acompañar el aria de la locura del tercer acto. Lucia di Lammermoor, considerada una de las cumbres del belcantismo, incluye arias de gran belleza como Regnava nel silenzio (Acto I), en la que Lucia relata su visión del fantasma de una niña asesinada tiempo atrás en esas mismas tierras y que, a pesar del tono sombrío del tema, es una de las arias más refinadas del repertorio soprano de Donizetti, o Il dulce suono (Acto III), también de Lucia, la más famosa de todas las arias de la locura del siglo XIX de una complejidad diabólica. En cuanto al tenor, destaca Fra poco a me ricovero, de Edgardo (Acto III), que conlleva dificultades técnicas que solo están al alcance de los más grandes.
Impulsada por una visión reivindicativa que subraya el carácter rebelde de la protagonista de la obra, la directora de escena Barbara Wysocka ha trasladado la trama a finales de la década de 1950, justo antes de la ascensión de Kennedy a la presidencia de los Estados Unidos, porque considera que fue el último momento en el que, en Occidente, una mujer todavía podía estar sujeta a las prioridades familiares. En la década de los 60, sin embargo, los movimientos contraculturales, la segunda ola feminista y la liberación sexual significaron un antes y un después en la visión de las mujeres y permitieron a la siguiente generación liberarse del yugo del viejo orden familiar.
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