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¿Cuáles Son Los Destinos Emergentes Para Explorar En 2025?

¿Cuáles son los destinos emergentes para explorar en 2025?

(Imagen DALL·E)

ISRAEL DAVID MARTÍNEZ     ENE. 17, 2025

Era una de esas tardes invernales en Barcelona, cuando el sol juega a esconderse tras las nubes, y el ajetreo de la ciudad parece más apagado de lo habitual. Marta, una apasionada viajera y devoradora de guías de viaje, hojeaba distraídamente las páginas de una revista en busca de su próxima gran aventura. Ya había tachado de su lista destinos como Tokio, Río de Janeiro y Marrakech, y estaba en busca de algo diferente, un lugar que no estuviera saturado de influencers y listas de “10 cosas que hacer”. Fue entonces cuando un nombre capturó su atención: Canfranc.

Canfranc, situado en los Pirineos españoles, había sido durante décadas una joya olvidada, conocida solo por los entusiastas del ferrocarril y los amantes de las historias de espionaje. Allí, en la frontera entre España y Francia, se alzaba la Estación Internacional de Canfranc, una catedral de hierro y vidrio que una vez simbolizó la grandeza del sueño europeo. “Recién restaurada y convertida en un lujoso hotel”, decía el artículo. Pero lo que verdaderamente atrajo a Marta fue la mención de los secretos que ese lugar había guardado: espías cruzando fronteras, lingotes de oro ocultos y la intrincada red del contrabando durante la Segunda Guerra Mundial.

(Canfranc Estación Hotel)

Días después, Marta se encontró en una carretera bien asfaltada que ascendía serpenteando por los Pirineos. Al llegar, la estación se alzaba ante ella como un gigante dormido que había despertado después de décadas de abandono. El esplendor del edificio restaurado era imponente, pero lo que más le intrigó fueron las historias que empezó a escuchar. Un camarero le habló de los espías que intercambiaban información en clave sobre tazas de café; un guardia de seguridad mencionó un supuesto túnel secreto que llevaba a Francia. Y Marta, siempre curiosa, no pudo evitar preguntarse cuánto de eso era verdad y cuánto mito.

Tras unos días explorando los alrededores —senderos que llevaban a lagos glaciares, pequeños pueblos de piedra y la ruta del Camino de Santiago—, decidió continuar su viaje hacia otro destino emergente y muy diferente: Salalah, en Omán. Era un salto geográfico audaz, pero Marta no buscaba comodidad; buscaba maravilla. Salalah, una región al sur del país, era famosa por el monzón que transformaba el paisaje árido en un paraíso verde, algo que no esperarías encontrar en la Península Arábiga.

En Salalah, la vida se movía al ritmo pausado de las olas. Marta se perdió entre mercados de incienso y especias, donde los vendedores, siempre sonrientes, le ofrecían probar el café omaní, fuerte y especiado. Durante una excursión por las montañas Dhofar, una familia la invitó a compartir una comida tradicional. Se sentó en el suelo junto a ellos, saboreando un plato de shuwa, cordero cocido lentamente bajo tierra, mientras escuchaba historias sobre las tradiciones de la región. Aquí, pensó Marta, el tiempo no era una tiranía, sino un aliado.

De Salalah, Marta voló a Liubliana, la capital de Eslovenia. La ciudad, pequeña pero vibrante, había sido reconocida como una de las capitales verdes de Europa. Aquí no había coches en el centro histórico; solo peatones, bicicletas y una atmósfera de calma que contrastaba con el bullicio de otras capitales europeas. Una tarde, mientras paseaba por las orillas del río Ljubljanica, con sus cafés y terrazas animadas, se encontró con una pequeña librería. Entró por curiosidad y terminó conversando con el dueño, un hombre mayor que le habló de la rica historia literaria del país y le recomendó leer a Tomaž Šalamun, uno de los grandes poetas eslovenos.

Cuando regresó a casa, Marta llevó consigo no solo recuerdos de lugares extraordinarios, sino también historias que nunca habría encontrado en una guía. Canfranc, Salalah y Liubliana no eran solo destinos en un mapa; eran encuentros con lo inesperado, una prueba de que siempre hay algo más allá de lo convencional, esperando ser descubierto. Y quizá, después de todo, esa es la verdadera esencia de viajar.

Más información:

https://www.barcelo.com/es-es/canfranc-estacion-a-royal-hideaway-hotel/

https://www.barcelo.com/guia-turismo/es/oman/oman/que-ver/salalah/

https://www.visitljubljana.com/en/visitors/

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