El Concierto de Young
(Photo by Klaus Lefebvre)
BY JOSUÉ BLANCO MAR. 2, 2017
La OBC continua celebrando el 150 aniversario del nacimiento de Enric Granados, aunque este fin de semana ha compartido escenario con otros dos grandes compositores del Siglo XX: Bernstein i Bartók. En definitiva, un concierto completo y que nos deja con un buen sabor de boca.
Aunque Granados compuso originariamente sus 12 Danzas españolas para piano, el pianista, compositor y director Joan Lamote de Grignon orquestó 3 de estas pequeñas joyas pianísticas, aprovechando las múltiples opciones sonoras y efectistas que ofrecen la variedad de instrumentos de la orquesta. Una orquestación delicada y acertada que sabe dosificar los efectivos orquestales a la vez que acentúa el carácter de las diferentes danzas españolas.
La primera parte del concierto continuó con Serenade (sobre El banquete de Platón): en definitiva el camuflado concierto para violín de Bernstein. Una obra que plantea el diálogo entre diversos interlocutores con visiones diferentes del amor, que se reflejan en cada uno de los 5 movimientos diferentes. Para llevar a cabo tal hazaña la OBC contó con la participación del joven violinista Ray Chen y su Stradivarius Joachim; un violinista con una trayectoria más que prometedora y que a su corta edad ya ha tocado en los mayores auditorios del orbe.
Como propina complació al público con el Capricho nº 21 de Paganini y el Finale de la IV Sonata para violín solo de Ysaÿe.
Después de la pausa, era el turno de Bartók y su singular Concierto para orquesta. Obra emblemática del compositor húngaro y que en cierta manera podemos enlazar a Bernstein mediante la figura del influyente director ruso Serguéi Kusevitski, maestro y protector de Bernstein y quien encargó esta magna obra a Barók; aún así cabe destacar que no fue al único a quién ofreció encargos para su fundación y la Boston Symphony Orchestra, Stravinsky, Ravel o Hindemith, entre otros, también tuvieron la misma suerte. Digo suerte porque es extraño que hoy en día, salvo contados casos, un director encargué una obra expresa a un compositor, sin necesidad de trasfondo o excusa para la misma, solo contribuyendo, como así lo hizo Kusevitski, a la expansión y el avance del repertorio y la música contemporánea, sea cual sea su estilo o estética.
A todo esto, todavía cabe señalar el papel de la directora Simone Young: gestos elegantes pero decididos, movimientos concretos aunque con amplitud expresiva. En definitiva, Young supo mover a toda la orquesta transformándola en un único instrumento. Si bien todo esto se pudo comprobar a lo largo del concierto fue durante el Concierto para orquesta donde se observó su dominio y experiencia como directora.
Tel. 932-479-300, auditori.cat