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Incandescencia En Bach

Incandescencia en Bach

By PAULA SÁNCHEZ LAHOZ     SEP. 28, 2017

Steven Isserlis es uno de los violoncellistas más polifacéticos del momento. Su repertorio abarca desde las Suites para violoncello solo de Johann Sebastian Bach hasta obras inéditas de György Kurtág, pero sin olvidar qué toca en cada ocasión.

El entusiasmo brilló en sus ojos durante todo el recital del pasado jueves. El Palau de la Música Catalana, todavía ligeramente iluminado por los últimos rayos, escuchó hasta la última nota. La primera suite fue la centella que encendió la velada, el sonido, los tempos, la flexibilidad… no sé exactamente qué fue, pero algo pequeño prendió dentro de todos los presentes, y no se apagó en todo el concierto. Isserlis es especial.

Las Sarabandes de las tres suites fueron como un caramelo que se derrite en la boca lentamente, melosas, pero con delicadeza y llenas de serenidad. Cada armonía tenía un color, una textura, una voz y un eco.

La quinta suite se toca normalmente con scordatura en la primera cuerda, es decir, la cuerda que correspondería a la nota la, se afina un tono por debajo, obteniendo un cello afinado sol-re-sol-do. El cellista británico interpretó la suite sin mover cuerda alguna, hecho que últimamente se ve en pocas ocasiones, principalmente desde que la corriente historicista se ha puesto “de moda”.

Se pudo distinguir, ya durante la primera parte, una pequeña discordancia entre su cello y él, no hubo total acuerdo en afinar a 440 o 442. Aún así, la interpretación fue tan única y extraordinaria que podía pasar por alto.

Creo que parte de lo especial de Isserlis está en la definición del carácter de cada danza. La calma de los preludios, la fluidez de las allemandes, el movimiento y la energía de las courantes, la paz de las sarabandes, el frescor y espontaneidad de los minuets y las gavottes, y la fuerza de las gigues. Absolutamente en todo momento, la esencia de cada danza, su naturaleza, acarició al público.

El final de la sexta suite fue abrumador, en la gigue liberó y agotó todo el sonido ahorrado durante el resto del recital. La incandescencia de Bach quedó esculpida en la noche.

28 de Setembre de 2017, Tel.932–957–200, palaumusica.cat

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