Saltear al contenido principal
Levit In London

Levit in London

By XAVIER RICARTE     JUL. 21, 2018

Esta semana nos encontramos en Londres.

Qué lujo poder escuchar un concierto en el Wigmore Hall, una de las mejores salas de Europa, famosa por su brutal acústica y por su bellísima cúpula. Programación espectacular de música barroca, clásica, contemporánea y de todas las formaciones de cámara posibles. En este caso, el pianista ruso-alemán Igor Levit.

Levit es un personaje bastante curioso, un alma libre. Conocido por su particular interpretación de las Sonatas de Beethoven, nos regalaba en este caso un programa poco interpretado.

Un inicio personal y redondo en la transcripción de Brahms para la mano izquierda de la Chacone, 2a Partita de J.S.Bach. Control de pedal fascinante y transcurso de armonías con la mano izquierda muy delicados y refinados. Mesura y transparencia iban unidas en el paso de esta maravilla. Posteriormente, el pianista sacó su Ipad y empezó a tocar la Fantasia after Bach BV253 de Busoni. Un juego de perspectivas bastante acertado y con cierta finura que facilitaban la escucha ante los constantes bostezos. Y por suerte una interpretación meticulosa, impresionante y trabajada de las Ghost Variations WoO 24 de Robert Schumann donde aprovechó las extraordinarias facultades de la sala para exagerar dinámicas y silencios en el fin de esta primera parte.

Una pausa ‘curiosa’

Media parte, retoque innecesario de afinación a oído pelado por parte del afinador. ¿Postureo?

Seguidamente, segunda parte formada por dos obras poco interpretadas: la transcripción de Franz Liszt sobre la Solemn March to the Holy Grail de la ópera Parsifal de Richard Wagner y la transcripción para piano de Busoni sobre la Fantasia & Fugue para órgano sobre el coral Ad nos, ad salutarem undam de Franz Liszt. Obras mostradas con fuerza y temperamento que exigían otro pianismo más comprometido y potente.

De bis, regaló su interminable interpretación del Sonetto del Petrarca 123 de Franz Liszt.

En general, el exceso de tempi lentos eran molestos y poco meditados haciendo perder gran parte de las líneas de fraseo en la mayor parte del repertorio. Además, el uso de movimientos extraños e intrigantes que creaban cierto estupor al espectador. Gracias a la fantástica sala y al excelente instrumento, que respondía a cada una de las capas y perfiles que el intérprete quería mostrar, fue una buena experiencia en un lugar único.

wigmore-hall.org.uk

Volver arriba