ISRAEL DAVID MARTINEZ     MAR. 06, 2022 (Fotos: ©David Ruano)

Esta pasada semana, en el Gran Teatre del Liceu, se ofreció la esperada producción de “Pelléas et Mélisande” de Claude Debussy dirigida por Àlex Ollé, basada en la ya realizada por la Dresden Oper. Considerada como una de las óperas más importantes del siglo XX, no se reponía en el coliseum barcelonés desde el 7 de julio de 2012. 

El reparto escogido para dar vida a este bellísimo –y larguísimo– “poema escénico” estuvo liderado por el extraordinario y electrizante Simon Keenlyside en el rol de Golaud. Tanto Franz-Josef Selig –como Arkel– y Stanislas de Barbeyrac –como Pelléas– fijaron su actuación y Julie Fuchs –como Mélisande– derrocho belleza aunque le faltó un punto más de sensualidad en los episodios eróticos.

No obstante, si se ha de señalar un auténtico triunfador éste es Àlex Ollé. Si en la pasada producción de “La Bohéme” Ollé divagó con imágenes chocantes y un tanto arbitrarias, en el “Pelléas et Mélisande” el creador barcelonés se siente como pez en el agua y borda cada una de las escenas así como de los interludios entre ellas. El tratamiento escénico, la belleza simbólica, la iluminación tenue y muy cuidada, la actitud distante de los cantantes y el juego que aporta el dichoso charco de agua, hacen de esta producción una de las mejores a día de hoy.

Josep Pons estuvo voluntarioso pero en el foso, como casi siempre, faltaba un número más importante de instrumentos de cuerda. Un Debussy con aroma a banda no es siempre la mejor apuesta.

Próxima parada en el Liceu la esperada trilogía mozartiana: “Le Nozze di Figaro” (07.04-23.04), “Don Giovanni” (08.04-24.04) y “Cosí fan tutte” (09.04-25.04).

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