ISRAEL DAVID MARTÍNEZ     MAY. 27, 2025 (Fotos: ©press-music.com)

En un sector inundado de dispositivos que prometen sumergirnos en mundos sonoros paralelos —cerrados, sellados, insonorizados—, Sennheiser ha decidido proponer algo más radical, dejarnos escuchar sin desconectarnos. Su nueva propuesta, los Accentum Open, no es un grito de guerra contra la cancelación de ruido, pero sí una declaración elegante y precisa. Hay otro modo de vivir el sonido.

Diseñados con una arquitectura abierta, los Accentum Open se sitúan justo por encima de la oreja, sin penetrar el canal auditivo ni ejercer presión. La primera impresión es de ligereza. La segunda, de libertad. A diferencia de los auriculares intraurales convencionales, aquí no hay aislamiento, el entorno no desaparece, se integra. Y sin embargo —y esto es clave—, la música no pierde cuerpo ni definición.

Es, desde el primer compás, una experiencia profundamente sónica. Sennheiser ha afinado estos auriculares con su habitual precisión quirúrgica. El sonido es amplio, claro, con una espacialidad sorprendente para un diseño abierto. Los graves están presentes, pero nunca dominan; los medios, articulados y generosos; los agudos, limpios sin volverse frágiles. No hay exageraciones ni efectos de artificio, la música suena tal como debe sonar. Rica, matizada, honesta.

A este perfil sonoro se suma una autonomía difícil de ignorar. Hasta 28 horas de reproducción con el estuche de carga —compacto, sobrio, casi invisible en el bolsillo— los convierten en compañeros fiables, ya sea para una jornada de trabajo o para cruzar un continente. La resistencia a salpicaduras (IPX4), además, sugiere que estos auriculares están pensados para lo cotidiano, para moverse, caminar bajo la lluvia o hacer ejercicio sin miedo.

Lo más notable, sin embargo, no es su ficha técnica, sino la manera en que todo funciona con una sencillez poco común. Conectividad multipunto (hasta ocho dispositivos), controles táctiles sensibles pero no quisquillosos, emparejamiento instantáneo… Todo fluye con una naturalidad que rara vez se ve en esta gama de productos. No hay aplicación, ni curva de aprendizaje, basta con colocarlos y comenzar a escuchar.

Pero es el diseño lo que quizá mejor resume la propuesta estética y ética de estos Accentum Open. Lejos de buscar el aislamiento total, Sennheiser apuesta por un tipo de escucha que reconcilia al usuario con su entorno. En una época en que los auriculares actúan muchas veces como escudos frente al mundo, estos funcionan más bien como una membrana porosa, una mediación inteligente entre el afuera y el adentro. Se puede, por fin, caminar por la ciudad escuchando música sin dejar de oír la vida.

Con los Accentum Open, Sennheiser ha logrado algo difícil de clasificar, un auricular abierto que no sacrifica calidad, que apuesta por la elegancia técnica sin caer en el fetichismo del gadget. No vienen a reemplazar a los de cancelación activa, ni pretenden competir con ellos. Lo que ofrecen es distinto, y quizá más valioso, una forma de escuchar que no exige desconectarse del mundo. En tiempos de ruido y aislamiento, eso es casi una forma de resistencia.

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https://www.sennheiser-hearing.com