Barroco entre luces
By ISRAEL DAVID MARTINEZ MAY. 1, 2018
¡Bravo Palau! ¡Bravo! !Bravo Palau! Y así podríamos estar hasta mañana. ¡Concierto por Matthias Goerne y la Freiberger Barockorchester a las 17:30h. de la tarde del pasado 1 de Mayo! Los horarios europeos empiezan a aparecer, con timidez, aunque todavía falta muchísimo para que una ciudad como Barcelona apueste por lo racional, no obstante, cuando algo se hace bien se debe reconocer y aplaudir…¿o se programó a esa hora porque después había flamenco?…
En fin, concierto de duración tímida, correcta, elegante: primera parte de 35 y segunda parte de 36 minutos respectivamente.
Tres obras para órgano como instrumento concertante, 1a y 2a Sinfonías de la Cantata “Geist und Seele, wird verwirret”, BWV 35 de J. S. Bach más el Concierto en Fa Mayor, HWV 295 de G.F. Händel, interpretados de manera eficaz por Juan de la Rubia; algún día decidirán cambiar la disposición del solista y podremos verle las manos. A esto se le añadió el Concerto grosso en Si menor, op.6 nº 12, HWV 330 también de Händel y, como platos fuertes, dos cantatas de Bach con el gran Matthias Goerne como protagonista, concretamente la Ich will den Kreuzstab gene traen, BWV 56 y la Ich hace genug, BWV 82. Conjuntamente con la BWV 158 forman la trilogía completa de cantatas con bajo como solista del repertorio bachiano.
El sonido de la orquesta transcurrió como de costumbre con parámetros historicistas y si solamente hay 18 músicos sobre el escenario: falta de potencia sonora, dificultad a la hora de percibir diferentes planos sonoros, utilización de una cuarta parte del arco, sin peso en la mano derecha y una dinámica o matiz constante y cansina. Entre la monotonía destacó la veterana oboista, Katharina Arfken.
Matthias Goerne fantástico, imaginativo, musical, preciso. El único punto discutible fue la emisión; en numerosas ocasiones se dejó llevar por el exiguo sonido orquestal y su voz estuvo algo velada, sin la fuerza necesaria.
¡Bravo Palau! ¡Que todos los conciertos fueran por la tarde y se pudiera disfrutar del arte sin trasnochar!
Aunque el responsable sea el flamenco.