(Photo by May Zircus)

By JOSUÈ BLANCO     OCT. 1, 2018

La OBC vuelve a la carga una vez mas, este fin de semana ha inaugurado por todo lo alto la nueva temporada en el Auditori de Barcelona con dos obras muy especiales: El Konzertstück para 4 trompas de Schumann y la 5ª Sinfonía de Mahler. 

Dos obras muy diferentes pero con un instrumento protagonista común: la trompa, que ha brillado a lo largo de todo el concierto y que ha contado con la participación de uno de los grandes de solistas del instrumento para la ocasión: Stefan Dohr, solista de la Berlin Philarmonic, quien junto con Juan Manuel Gómez, solista de la OBC, José Vicente Castelló, primer trompa de la Mahler Chamber Orchestra y José Miguel Asensi, solista de la Orquesta sinfónica de Castilla y León han dado voz a una de las obras clave del repertorio para trompa.

Normalmente las obras concertantes no suelen contar con más de 1 o 2 solistas sobre el escenario, eso hace que obras como el Konztertstück sean tan singulares, quizá junto al concierto para 4 violines de Vivaldi. Más allá de la espectacular puesta en escena que representa, esta obra es un verdadero reto para los solistas, dado que nos lleva de los colores más oscuros hasta los más brillantes y agudos, llegando a los extremos del registro del instrumento, un verdadero desafío técnico y que requiere la coordinación de los 4 solistas.

Schumann recurre a las sonoridades más especificas del instrumento desde las enérgicas fanfarrias a los pasajes más delicados y melódicos; sin duda se aprecia la idea del Waldhorn, el cuerno de caza o del bosque, al que tanto hacen referencia otros compositores de la época en el uso de la trompa.

Esta sonoridad tan distintiva del metal y el uso de las fanfarrias también la podemos encontrar en la 5ª Sinfonía de Mahler, quizá una de las mas conocidas del autor, con detalles tan significativos como la llamada de la trompeta del inicio de la sinfonía, el solo de trompa del Scherzo o el magnífico Adagietto, sin duda todos estos elementos, junto con el uso de las fanfarrias o la sonoridad de la música judía, hacen de esta obra uno de los referentes del sinfonismo Mahleriano donde podemos encontrar con claridad algunos de los detalles mas significativos de su lenguaje.

La estructura de la obra, dividida en cinco movimientos, permite contemplar el relato sinfónico en tres partes: la primera y la tercera agrupan respectivamente dos movimientos, situando el Scherzo como parte central de la obra; este movimiento destaca por el solo “corno obligato” escrito para trompa y que en esta ocasión recayó en la interpretación del ya mencionado solista de la OBC Juan Manuel Gómez, quien pasó al frente de la orquesta con este motivo. Es curioso y poco habitual este cambio de posición del solista de trompa, pero no es la primera vez que se ve en un escenario, de hecho Stefan Dohr, también citado anteriormente, también introdujo esta pequeña variante junto con Simon Rattle y la Berlin Philarmonic hace unos años.

Apasionada, turbulenta, heroica, exuberante, ardiente, solemne o tierna, la música de Mahler recorre toda la gama emotiva y su 5ª Sinfonía es un buen ejemplo de ello, el maestro Kazushi Ono  fue el encargado de dotar de todas estas emociones a la interpretación, felicitamos al maestro por la interpretación y por su renovación al frente de la OBC hasta la temporada 2021-22.

auditori.cat