Los nudos de corbata de un gentleman
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ISRAEL DAVID MARTÍNEZ NOV. 21, 2024
En un mundo cada vez más dominado por la informalidad, la desidia, la dejadez y la vagancia, la corbata sigue siendo uno de los últimos bastiones de la elegancia masculina. Más que un accesorio, es una declaración de principios, un símbolo de respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Un caballero que luce una magnífica corbata de seda es un ser que no ha sido vencido por la vida y los zombis que le rodean. Sin embargo, no basta con anudarla; el arte de un buen nudo es lo que separa a un gentleman de quien simplemente “se pone algo al cuello”.
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El Windsor, poder y confianza
El nudo Windsor es el rey de los nudos de corbata. Grande, triangular y simétrico, es perfecto para ocasiones formales donde el impacto visual es crucial. Su nombre proviene del Duque de Windsor, aunque, curiosamente, él no lo inventó; su fama proviene de que prefería nudos voluminosos que llenaran el cuello de la camisa.
Una anécdota interesante ocurre en la Segunda Guerra Mundial. El Primer Ministro británico Winston Churchill, conocido por su corbata de lazo, criticó públicamente a algunos miembros del parlamento por no llevar corbata o hacerlo de forma descuidada, calificándolo como “una falta de respeto al cargo que ocupaban”. Muchos adoptaron entonces el Windsor como símbolo de profesionalismo y seriedad.
El Four-in-Hand, la sencillez con estilo
El Four-in-Hand es el nudo más antiguo documentado, utilizado por los cocheros ingleses del siglo XIX. Su diseño asimétrico y alargado lo convierte en una opción versátil y elegante. A pesar de ser menos voluminoso que el Windsor, su simplicidad es un arma de distinción.
¿Sabía que James Bond siempre lleva un Four-in-Hand? Este nudo refleja la elegancia práctica del agente secreto. Sean Connery lo usó en su primera aparición como 007 en Dr. No, marcando tendencia como el estándar del estilo masculino sofisticado pero funcional.
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El Half-Windsor, equilibrio perfecto
Para aquellos que encuentran el Windsor demasiado imponente, el Half-Windsor es la solución ideal. Este nudo combina la simetría y la formalidad del Windsor con un tamaño más moderado, adaptándose tanto a eventos formales como a reuniones de negocios.
Una figura destacada que popularizó el Half-Windsor fue John F. Kennedy. Su estilo impecable y su capacidad de liderazgo hicieron de este nudo su firma personal. Kennedy entendía que la corbata era más que un adorno; era un signo de respeto hacia su audiencia y su cargo.
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