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Primer Palau: Trío Ramales Y Joan Seguí

Primer Palau: Trío Ramales y Joan Seguí

El Trío Ramales y Joan Seguí en el Primer Palau

By PAULA SÁNCHEZ LAHOZ     OCT. 3, 2018

El pasado lunes 1 de octubre tuvo lugar, en la Sala de Conciertos del Palau de la Música Catalana, el primero de los cuatro conciertos del Ciclo El Primer Palau, con dos jóvenes pero grandes apuestas.

Trío Ramales

La primera parte del concierto la protagonizó el Trío Ramales, creado en Madrid hace cuatro años por tres jóvenes intérpretes.

El programa que presentaron fue una demostración de valentía poco frecuente: la obra que abrió la actuación fue un trío escrito por el violinista del grupo. Una obra ecléctica, adjetivo del propio compositor, con fragmentos completamente turbios y otros de profunda austeridad y, sin duda alguna, con una clara reminiscencia a la música del compositor ruso Dimitri Schostakovich. La interpretación, llena de momentos cómplices entre los tres músicos, estuvo en todo momento a la altura y demanda de una obra de gran nivel.

Para complementar este atrevido comienzo, el grupo apostó por el Trio en si menor núm. 2 de Joaquín Turina, una obra fresca y volátil que ofreció un contraste fantástico para cerrar su participación con uno de los grandes monumentos para esta formación: el Trio en do menor núm. 1 de Schostakovich.

A pesar de la exigencia del programa, el trío supo estar al nivel de cada obra en todo momento. De hecho, me atrevería a decir que su seguridad y su música fueron creciendo a lo largo del concierto. Schostakovich fue la culminación.

Joan Seguí

La segunda parte fue una propuesta totalmente diferente. El órgano es uno de los instrumentos más complejos que existe, por su técnica, por su dificultad y por su mecanismo. 3772 tubos son los que conforman el enorme e impresionante instrumento del Palau de la Música, que Joan Seguí hizo sonar de una forma magistral.

La pieza que presentó, Fantasía y fuga sobre el coral “Ad nos, ad salutarem undam”, S. 259 de Franz Liszt, es una de las más famosas e interpretadas para órgano. La primera sección, con la libertad propia de una fantasía, fue una demostración del control y gusto del músico, seguida por un Adagio central grave donde instrumento e intérprete hicieron resonar la sala y consiguieron dejar mudo a un público bastante ruidoso. La gran fuga final, de tempo rápido y carácter decisivo, fue la exhibición necesaria para acabar de constatar las posibilidades virtuosísticas del instrumento (por si a alguien todavía le quedaba la duda).

Una noche alterada por el bullicio de un aniversario polémico que las paredes y la música del Palau mitigaron. Y un ciclo que promete ser, una vez más, un referente del talento joven del país.

escena25.cat

palaumusica.cat

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