Yende y Camarena brillan en el Liceu
(Photos by Antoni Bofill)
By ISRAEL DAVID MARTINEZ OCT. 9, 2018
Este pasado viernes, 5 de Octubre de 2018, se inauguró, en el Gran Teatre del Liceu, la temporada de ópera 18/19 con uno de los títulos más significativos del bel canto, I Puritani de Vincenzo Bellini. Partitura conocida por el gran público, forma parte del repertorio habitual, no se había programado en el coliseum barcelonés desde el año 2001. Para tal ocasión se ha creado, con un resultado agridulce, una nueva producción conjuntamente con la Welsh National Opera y la Danish National Opera.
Dirección de escena
En numerosas óperas del primer periodo del siglo XIX, con el paso de los años, los libretos se han convertido en un lastre que impiden su representación al uso, véase la mera interpretación textual, por lo que se intenta, con más o menos éxito, trasladar las temáticas, a veces caducas, a escenarios más actuales con viajes en el tiempo y giros rocambolescos. En este caso se ha llevado la acción al Úlster (Irlanda del Norte) de los años setenta. El resultado se convierte en una superposición de fechas, estilos, estéticas, vestuarios, fluorescentes –que suben y bajan– dentro de una decoración plana y poco estimulante que en ocasiones sonroja al público. En definitiva, lo que Annilese Miskimmon –directora de escena– consiguió con su producción es que, si bien la trama es de un enrevesado caduco, uno no termine de percibir, llanamente, la belleza de la partitura.
Cantantes
El tema de las voces estuvo en otro nivel muy diferente. Fueron los dos protagonistas los que, una y otra vez, tiraron del carro e iluminaron la representación. La joven soprano sudafricana Pretty Yende posee una voz extraordinaria, bellísima, técnicamente sobresaliente aunque, a veces, carezca de la potencia necesaria. Junto a ella estuvo un Javier Camarena que si bien mostró ciertos problemas en “A te, o cara” fue asentándose y estuvo soberbio en el resto de la ópera.
El resto de cantantes mostraron corrección. Marko Mimica (Lord Giorgio) no aportó demasiados colores, Andrei Kymach (sustituto en el último momento de Mariusz Kwiecień en Sir Forth) fue rutinario, Lidia Vinyes-Curtis (Enrichetta di Francia) impuso credibilidad y compromiso y Emmanuel Faraldo (Sir Roberton) acusó el debut en el Liceu con falta de potencia. La orquesta y coro mantuvieron un buen nivel.
Alfombra roja
El día de inauguración de la temporada es uno de los más importantes para cualquier teatro de ópera. El mundo cultural y político se reunieron para apoyar a una de las instituciones más importantes de la vida artística de la capital catalana. A las puertas del coliseum se preparó la tradicional alfombra roja en la que los fotógrafos acreditados, dispuestos en gradas, obtuvieron la mejor fotografía. Algunas de las personalidades destacadas fueron el “President” Quim Torra, los “expresidents” José Montilla y Artur Mas, la ministra de Política Territorial y Función Pública Meritxell Batet, así como el candidato a la alcaldía de Barcelona Manel Valls. Dejando a un lado la política también asistieron a la función el periodista Javier Sardà, el productor Toni Cruz o la exmodelo Judit Mascó entre otros.
In memoriam
El Gran Teatro del Liceu dedicará el resto de funciones a la memoria de Montserrat Caballé. También pondrá a disposición de la ciudadanía un libro de condolencias en el vestíbulo histórico del Teatro. En señal de condolencia, las banderas que presiden la entrada ondearán también a media asta.
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