
El arte del susurro en Jo Malone
ISRAEL DAVID MARTÍNEZ JUN. 28, 2025 (Fotos: ©press-music.com)
Acabamos de recibir en Press-Music dos fragancias que llegan con la inconfundible firma de Jo Malone London, Wild Bluebell y Honeysuckle & Davana. Son dos composiciones que –más allá de sus ingredientes– narran el espíritu de un paisaje, es decir, el jardín inglés domesticado pero nunca sumiso, vibrante pero con la contención de una elegancia secular.
Wild Bluebell, creación de Christine Nagel (2011), es un poema a la fragilidad luminosa del bluebell, esa campanilla azul que tapiza en primavera los claros del bosque británico. Desde la primera pulverización, emerge una apertura casi cristalina. Gotas de rocío y hojas verdes evocan la humedad punzante de la mañana, mientras el clavo de olor introduce un filo especiado que, sin embargo, nunca interrumpe la ligereza etérea del conjunto. Hay aquí un refinamiento casi japonés, una reverencia por el vacío y la transparencia.
El corazón —caqui y durazno— no se entrega en el modo dulce o carnoso que podría esperarse; más bien aporta una redondez tenue, como una acuarela en tonos pastel que suaviza el verdor inicial. Finalmente, el almizcle y las notas atalcadas del fondo no imponen su presencia, sino que la susurran. El resultado es delicado hasta la extenuación, deliberadamente tenue, como si se negara a competir con el estrépito de otras fragancias contemporáneas. Es un perfume para quien disfruta del arte de la insinuación, el susurro en lugar del grito.
Por contraste, Honeysuckle & Davana (lanzada en 2018 y compuesta por Anne Flipo) tiene una voluptuosidad más inmediata, aunque contenida dentro del clasicismo británico de la casa. Inspirada en la madreselva que trepa sobre muros y cercas rurales, ofrece una salida embriagadora y verde, pero menos húmeda y más luminosa que Wild Bluebell. El davana, con su perfil afrutado y ligeramente licoroso, introduce un matiz inesperado, casi bohemio, casi decadente.
Si Wild Bluebell es la visión de un bosque brumoso a primera hora, Honeysuckle & Davana es un jardín bañado por la luz dorada del atardecer. El jazmín y la rosa aportan una calidez floral clásica, mientras el musgo de roble en el fondo insinúa el suelo, la raíz, el peso de la tierra. Es más lineal que Wild Bluebell, menos abstracta en su evolución, pero gana en presencia y carnalidad, sin renunciar nunca a la compostura.
Juntas, estas dos fragancias revelan la dualidad de Jo Malone London, es decir, el arte de capturar la naturaleza británica en su forma más idealizada, pero también en su complejidad emocional. Son creaciones que no solo perfuman, sino que cuentan historias del paisaje, del clima, de la memoria.
En tiempos de perfumes demasiado evidentes, casi ruidosos, Wild Bluebell y Honeysuckle & Davana recuerdan el valor de la sutileza. Son fragancias para quien quiere oler —y ser olido— como si llevara consigo un fragmento del campo inglés, silvestre, elegante y eternamente melancólico.