ISRAEL DAVID MARTÍNEZ     JUN. 30, 2025 (Fotos: ©press-music.com)

Hay algo casi contradictorio —y por eso mismo fascinante— en la propuesta de Denon con los AH-C840NCW. En un mercado saturado de true wireless que prometen graves atronadores y una cancelación de ruido que raya en la supresión sensorial, Denon prefiere la vía japonesa del refinamiento y el equilibrio.

A primera vista, el diseño refleja esa sobriedad clásica, líneas pulidas, sin estridencias, con un acabado brillante que recuerda a la laca urushi más que al plástico anodino que domina en esta categoría. El estuche es sólido, de tacto agradable, y el ajuste en el oído resulta cómodo incluso en sesiones prolongadas. Hay un guiño a la tradición artesanal en cada ángulo, Denon parece recordarnos que la elegancia no es negociable.

Pero la estética es sólo el umbral. El verdadero interés de los AH-C840NCW se encuentra en su sonido, que rehúye el efectismo y se inclina por una firma equilibrada y natural. Las voces emergen con una claridad excepcional, los medios se delinean con trazo firme pero nunca agresivo. Los agudos, por su parte, son aireados y definidos, sin el brillo artificial que algunos competidores usan para impresionar en una escucha rápida.

El apartado de graves, sin embargo, revela la principal elección (y la principal limitación) de estos auriculares. No son para el amante del bass boost. El golpe es comedido, controlado, más pensado para jazz, clásica o rock ligero que para electrónica o hip hop. Hay definición, pero falta el puñetazo visceral que otros modelos ofrecen como argumento de venta. Es un defecto relativo. Para quien busque una experiencia más contemplativa y analítica, este perfil es casi una virtud.

La cancelación activa de ruido (ANC) es competente pero no espectacular. Suprime ruidos de baja frecuencia de forma decente —el murmullo de un avión, el tráfico distante—, pero no alcanza la efectividad casi quirúrgica de modelos líderes como los Sony WF-1000XM5 o los Bose QuietComfort Earbuds. No es un fracaso técnico, sino más bien una prueba de que Denon ha priorizado mantener la calidad tímbrica sin sobreprocesar el sonido. En ambientes muy ruidosos, se agradecería un empujón extra.

En cuanto a la conectividad, Denon ofrece controles táctiles bien resueltos y una app intuitiva donde se puede ajustar el sonido y actualizar el firmware. La batería ronda las seis horas con ANC activo (24 horas con el estuche), en la media del segmento.

En última instancia, los AH-C840NCW no intentan ser para todos. Son un homenaje a la tradición sonora de Denon, es decir, respeto por la música, por la textura, por el matiz. Es un producto para quienes valoran la escucha atenta más que el efecto inmediato, para quienes creen que la elegancia radica en saber decir menos —pero mejor—. En un mercado de promesas hiperbólicas, Denon entrega algo más raro y, en cierto sentido, más valioso: honestidad.

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https://denon-es.com