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Noche De Hadas En El Palau

Noche de hadas en el Palau

© Jan-Olav Wedin

LAURA JOVER     NOV. 10, 2019

El pasado 7 de noviembre tuvo lugar en el Palau de la Música Catalana el segundo concierto del ciclo BCN Clàssics. La Orquesta de Cadaqués bajo la batuta de su director principal Jaime Martín, la Escolania de Montserrat y el violinista Nemanja Radulović nos ofrecieron una noche dinámica, optimista y llena de energía.

La primera parte del programa se inició con dos responsorios de Narcís Casanoves para coro de niños y orquesta de cuerda. Una demostración de maestría del balance y equilibrio. Cada voz tenía el espacio necesario para ser entendida claramente; las melodías limpias y definidas; los gestos ligeros y elegantes. Las voces blancas narraron el principio del mundo (In principio erat Verbum) y encarnaron la voz del ángel de la enunciación a los pastores (angelus ad pastores). Y de hecho no había una coral más idónea que la misma en la que se formo Narcís Casanoves desde los 9 años y para la que compuso el resto de su vida como monje del monasterio.

A continuación entró Nemanja Radulović con una enorme sonrisa que prometía ya el espectáculo que nos ofreció. El virtuoso violinista, con el segundo concierto para violín de Prokofiev, demostró un control total a todos los niveles que brilló con más intensidad gracias a su presencia desenfadada, versátil y dinámica en el escenario. Desde el público podía percibirse su energía y cómo la transmitía a los músicos de la orquesta con gestos de complicidad, casi bailando sincronizado con la batuta de Jaime Martín. Encarnó decenas de personajes y caracteres que hacían evidente la forma de la obra, que realzaban las influencias que tuvo Prokofiev en ése turbulento 1935 y que permitían entenderla sin necesidad de haber leído nada antes acerca de ella. Y el público le dió las gracias por ello estallando en aplausos que fueron todavía más fuertes después de la espectacular interpretación de un arreglo del compositor Aleksandar Sedlar del capricho 24 de Paganini que interpretó como bis.

Y tras la pausa, Sueño de una noche de verano, de Félix Mendelssohn. Desde la primera nota de la obertura la Orquesta de Cadaqués ya nos transportó al mundo de hadas y duendes, y las voces de la compañía Els Pirates, con una lectura actuada de la traducción de Salvador Oliva, nos guiaron a través de las vidas de los enamorados manipuladas por Oberón, Puck, y Titania. Aunque para alguien pareciera molesto que solapara momentos musicales, porque la música de Mendelssohn no tiene ni un segundo del que uno quiera prescindir, esta actuación desenfadada y divertida, con solo 3 actores logró representar todos los personajes de Shakespeare y plasmar el frenetismo de la obra. La participación de l’Escolania haciendo de campesinos representando una comedia aportó momentos de ternura, y las voces de las sopranos Sara Blanch e Irene Mas nos convencieron en el 3r número de que realmente estábamos en el reino de las hadas. El resto lo hizo la orquesta con precisión y exactitud, a la vez orgánica y flexible, y si en la primera parte Radulović nos había hecho sonreír, en la segunda la Orquesta de Cadaqués nos hizo creer en la magia.

bcnclassics.cat

escena25.cat

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