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Estudiar En Un Conservatorio Superior

Estudiar en un conservatorio superior

By PAULA SÁNCHEZ LAHOZ     SEP. 23, 2018

Estudiar en un conservatorio superior de música es diferente. Diferente a una facultad de matemáticas, diferente a un grado en arqueología, hasta es diferente a la carrera de musicología. Pero, ¿qué es realmente estudiar en un conservatorio superior en España?

Más allá de lo conocido

En España hay actualmente alrededor de 30 centros y conservatorios que ofrecen el grado universitario del título superior de música. Cada uno de estos centros tiene un programa propio, un plan de estudios único y distintas especialidades. Entre las  distintas especialidades, las más conocidas son interpretación de música clásica y contemporánea, interpretación jazz y pedagogía. Pero no son las únicas.

La mayor parte de la gente desconoce que en nuestro país es posible formarse profesionalmente en muchos otros ámbitos de la música que parecen haber caído en el olvido: el flamenco, la composición (sí, mucha gente ajena al mundo de la música reconoce haber pensado que esto ya no se estudiaba), la música antigua… hasta existe la posibilidad de estudiar instrumentos tradicionales (como el flabiol y tamborí) y dentro de la interpretación de música clásica y contemporánea, el órgano.

Toda esta gran oferta está al alcance de quienes quieran aprovecharla sin necesidad de salir del país.

Plan y estudios

Como se ha comentado, cada centro tiene libertad para hacer y deshacer. Esto crea un problema: planes de estudios y asignaturas totalmente distintas. Ni siquiera parece el mismo grado. Por ejemplo, centrándonos en los conservatorios en Cataluña, la ESMúC contempla un plan donde las asignaturas teóricas tienen un peso muy importante. Por contra, en el Conservatori del Liceu la prioridad es el instrumento (en el recorrido de interpretación). Cada uno apuesta por un camino muy distinto al otro: las horas de práctica frente las horas de clase. Así pues, a la hora de elegir centro hay que tener en cuenta, más allá de los precios, cuál es el objetivo. Prácticamente la mitad de los créditos cursados durante mi paso por el Conservatori del Liceu equivalen al instrumento principal: un 46,6% para ser exactos, 112 créditos de un total de 240.

Las clases de instrumento – la prioridad y el centro de la carrera de un intérprete – se cursan también de formas muy distintas: hay conservatorios dónde solo se ofrece una hora a la semana, otros apuestan por más de un día pero con clases más cortas. ¿Cuál es la mejor fórmula? No hay una única solución, cada alumno es un mundo y cada centro un universo, pero la adaptación debería contemplarse en la educación.

Talento y profesorado

Si bien podríamos decir que la organización idónea de estos estudios está, en muchos casos, por descubrir; el profesorado es una asignatura superada con creces. Los músicos que hoy en día ocupan nuestras aulas en los conservatorios superiores son y han sido, en gran parte, gente con una carrera brillante y un currículum alentador.

Es verdad que el talento y un gran nombre no implican la destreza para enseñar, pero sí que aseguran un gran músico y, por lo tanto, un gran referente para el alumno. De hecho, es muy complicado encontrar una persona que encarne estas dos artes: la música y la pedagogía. Creo que a lo largo de estos años (no es el caso de mi profe, he tenido mucha suerte), generalmente me he cruzado con mejores músicos que pedagogos. Es realmente difícil encontrarse a alguien que sepa ver las virtudes y las debilidades con sólo una lección, un concierto, un recital. Pero si encuentra a alguien así, no deje pasar la oportunidad. De verdad, un buen músico y profesor es un lujo.

El precio justo

Así pues, con tanta oferta, tanta variedad, tanta cantidad, es difícil unificar y poner un precio al alcance de todos. En Cataluña, por ejemplo, la matrícula anual de los dos centros (ESMúC y Liceu) está por encima de los 2.000€. El Liceu, centro privado con una polémica y breve subvención de la Generalitat de Cataluña, tiene una matrícula acorde con su condición (aunque el precio que paga el alumno está muy por debajo del coste real, una diferencia que asume el conservatorio). El precio por crédito no se ha hecho público, pero la matrícula anual tiene un coste de 4225€ en la mayoría de especialidades de interpretación (en composición, pedagogía y la especialidad de canto el precio es superior). Pero la ESMúC, como centro público, debería tener una matrícula accesible para la población general (que no es el caso, con un precio de 39,53€/crédito). Sin embargo, esto no sorprenderá a quienes conozcan los precios públicos de las escuelas municipales de Barcelona, todavía muy lejos de ser los adecuados de una educación pública.

Alrededor del estado español, la situación es bastante dispersa: el precio del crédito es muy variado. En el Conservatorio Superior de Música de Aragón el precio es de 13€/crédito (780€ por curso), en Musikene o Centro Superior de Música del País Vasco es de 26,47€/crédito (1588,2€ por curso), en el Real Conservatorio Superior de Música de Granada de 7,17€/crédito (430,2€ por curso)… una diferencia abismal.

Pero más allá de la matrícula, hay otro tema delicado: un músico profesional necesita un buen instrumento, la principal herramienta de trabajo. Y no son precisamente económicos… Así que el dinero, por desgracia, tiene un papel fundamental. No sólo por la educación previa a los estudios superiores, sino por el coste que todo ello conlleva. Los instrumentos de cuerda son, junto a los pianos, los más caros. Un instrumento que permita al músico en desarrollo avanzar a un buen ritmo, sin ser una carga o una dificultad añadida, puede ir desde los 3.000 hasta los 30.000€ (siendo los violines generalmente más económicos que los violonchelos, de ahí un rango tan grande).  Un alto poder adquisitivo, endeudarse profundamente o conseguir una de las pocas becas existentes son algunas de las pocas opciones. Aunque este tema no tiene que ver con estudiar en un conservatorio superior, es importante dar visibilidad a una cara más desconocida sobre estos estudios.

Decisión final

No se puede generalizar diciendo que hay una decisión mejor o peor para todos. Cada ser, como persona, como individuo, tiene sus preferencias: unos escogen según su objetivo, otros según el profesor, algunos según el centro y unos pocos según lo que no quieren hacer o prefieren evitar. Todas las decisiones y todos los parámetros para tomarlas son igualmente válidos. Pero no le recomiendo a nadie meterse en un conservatorio superior sin conocer dónde se está metiendo. Investigar, hablar, preguntar, conocer… al profesorado, al centro, las instalaciones. Y en cualquier caso, que impere un motivo de peso en la decisión final, porque sin propósito seguro que será una decisión equivocada.

NOTA: los precios de los distintos centros y conservatorios están publicados en las respectivas páginas web. El precio por curso aquí citado refleja únicamente el coste de las asignaturas.

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